sábado, 2 de marzo de 2013

TERAPIAS CON EVIDENCIA DÉBIL Y RECOMENDADA EN ESTUDIOS EXPERIMENTALES

Siguiendo con las entradas de terapias y una vez vistas las no recomendadas, vamos a pasar a ver las que presentan una EVIDENCIA DÉBIL Y SÓLO RECOMENDADAS EN ESTUDIOS EXPERIMENTALES. esto quiere decir que nunca se deben de llevar a cabo de forma aislada como tratamiento único. Una vez más cito la fuente que es la Guía de buenas prácticas para el tratamiento del Autismo de Mercedes Belinchón y otros (2006). Hoy vamos a ver las terapias de: integración auditiva, de integración sensorial y psicoterapias expresivas. Empezamos por la primera de ellas.


Entrenamiento en integración auditiva
El entrenamiento en integración auditiva (EIA) consiste en escuchar a través de unos auriculares música modificada electrónicamente en función de las respuestas obtenidas en la persona en un audiograma previo. Estos métodos (Tomatis, Berard, Samonas, etc.) se han propuesto para problemas muy diversos como los trastornos de aprendizaje, la hiperactividad o la depresión. El comportamiento especial de muchas personas con TEA ante los estímulos auditivos ha llevado a pensar que una supuesta hipersensibilidad o hiposensibilidad auditiva podría tratarse con esta terapia, lo que produciría una mejora de los síntomas del autismo.Existen tres revisiones sistemáticas sobre la eficacia de esta terapia. Todas ellas coinciden en establecer que, debido a la falta de evidencia, el tratamiento debe considerarse en fase experimental y que, por tanto, no puede recomendarse al no tener beneficios probados.
Se aconseja a familiares, profesionales educativos o sanitarios que sean conscientes del coste económico que implica seguir estos tratamientos y del riesgo de pérdida de capacidad auditiva que conllevan. Se llega a la misma conclusión en las guías de buena práctica (California, Nueva York  Manchester , Ontario  y Sidney [). Paralelamente, la American Academy of Pediatrics (AAP) expresa su inquietud sobre la validez y la base teórica del tratamiento, y recomienda que el EIA se utilice únicamente en estudios formales de investigación. El Grupo de Estudio comparte estas recomendaciones y muestra su preocupación por la expansión de esta práctica en nuestro medio, ya que en el mejor de los casos sería un tratamiento experimental. Además, presenta la complicación añadida de que cada terapeuta parece realizar su propia versión de estos métodos sin seguir un protocolo estandarizado de actuación.
Terapia de integración sensorial
Esta terapia se creó para favorecer la integración sensorial en pacientes con problemas de aprendizaje  La teoría subyacente plantea que estos niños y niñas no procesan adecuadamente los estímulos táctiles, vestibulares y propioceptivos, lo que llevaría a una deficiente integración de éstos en el cerebro.
El malestar que generan ciertos estímulos en muchas personas con TEA (por ejemplo, aversión a ser tocados) llevó a pensar que la terapia podría resultar beneficiosa. Ésta consiste en hacer que el niño o la niña, en sesiones de juego dirigido, efectúe ciertas acciones y movimientos o reciba determinados estímulos sensoriales con el fin de ayudarle a percibirlos, procesarlos e integrarlos adecuadamente.
Existen dos revisiones sistemáticas sobre la eficacia de esta terapia en el autismo. Una de ellas, que utiliza criterios más restrictivos de inclusión, concluye que no existen efectos positivos significativos. La segunda establece que no hay suficiente evidencia que apoye o rechace la terapia de integración sensorial (TIS) como intervención adecuada entre preescolares con TEA. Esta opinión es compartida por la guías de buena práctica de California, Nueva York, y Sidney  que destacan la falta de evidencia sobre su eficacia, aunque resaltan que no parece ser perjudicial y que algunas de sus actividades físicas podrían ser beneficiosas. Dos de las guías de buena práctica (Ontario  y Manchester) señalan que, a pesar de utilizarse la TIS frecuentemente en algunos países, no existe evidencia de su eficacia como tratamiento de los síntomas nucleares del los TEA, por lo que aconsejan su uso en todo caso de forma experimental y sin restar medios a los tratamientos principales de los TEA.
El Grupo de Estudio muestra su acuerdo con las conclusiones generadas por los documentos revisados.
Psicoterapias expresivas
En general, estas técnicas se proponen como una terapia que aporta un marco de relación entre el paciente y el terapeuta, lo que facilita la expresión de emociones y la apertura de canales de comunicación. Entre otras, destacan la musicoterapia o la utilización psicoterapéutica del arte.
Existe una revisión  sobre la musicoterapia en la que se determina que los problemas metodológicos de los estudios impiden establecer conclusión alguna sobre esta terapia.
Dos guías de buena práctica analizan estas terapias: la de Ontario  señala que, a pesar de existir numerosos artículos que describen sus supuestos beneficios, la falta de una metodología de investigación apropiada impide realizar una valoración científica sobre su eficacia. Con respecto a la utilización del arte, la guía canadiense señala su preocupación sobre el hecho de que las personas con TEA frecuentemente tienen una imaginación limitada, por lo que cuestiona la aplicabilidad de este tipo de intervención.
No obstante, algunas personas podrían disfrutar de estas actividades (música, arte, etc.) y utilizarlas como actividades comunitarias de ocio. La guía de Nueva York señala que –dada la falta de eficacia demostrada– la musicoterapia no debe recomendarse como terapia aislada y específica para el autismo.
El Grupo de Estudio coincide con el criterio de ambas guías y resalta que tanto los familiares como los profesionales deben ser conscientes de que, si no existe beneficio terapéutico demostrado, estas terapias deberían aplicarse únicamente en proyectos de investigación, o como simple actividad lúdica apropiada para algunos o algunas pacientes con TEA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario